Guía de viaje
Sri Lanka

Sri Lanka

La situación de Sri Lanka se ha estabilizado en los últimos años y la isla está experimentando un crecimiento económico. Muchos poetas y escritores se han inspirado en las bellezas de esta tierra y tuvieron numerosos apelativos para definirla: el país de los rubíes, de las especias, del té y de la delicia de vivir.

La historia de Sri Lanka se pierde en la oscuridad de los siglos y las leyendas. Hace más de 2.500 años, alrededor del siglo V antes de nuestra era, llegaron a la isla inmigrantes indo-arios procedentes del norte de la India que poco a poco desplazaron a los primeros habitantes que, probablemente, eran parientes de las tribus pre-dravídicas que vivían en las montañas del sur de la India y que se conocen con el nombre de Veddahs.

Con la llegada de estos indo-arios, que dieron origen a la cultura cingalesa, pronto surgieron varios reinos de los cuales el más importante era el que tenía como capital Anuradhapura, ciudad ésta que fue fundada en el s. IV a.C. por el rey Pandukabhaya.

En 247 a.C., el emperador trajo el budismo a la isla, lo que significaría un hecho de gran trascendencia para la historia de Sri Lanka. Anuradhapura se convertiría en una ciudad esplendorosa con grandes dragabas y palacios, así como sofisticadas construcciones hidráulicas, y fue también la ciudad donde se guardaría, a partir del s. IV, el Diente del Buda, la reliquia más sagrada para los budistas.

Al encontrarse en las rutas marítimas que atravesaban el Océano Indico, Sri Lanka ya era conocida por los navegantes de la antigüedad. Los griegos y los romanos la llamaban Taprobane, mientras para los árabes era la isla de Serendib. Pero fue la llegada de los portugueses, holandeses e ingleses – las tres naciones coloniales que se sucedieron en la isla a partir del siglo XVI y que la llamaban Ceylán -lo que en mayor grado marcaría la historia de Sri Lanka después del largo apogeo de los reinos cingaleses.